miércoles, 12 de enero de 2011

Un regalo


Comienzo este cuaderno con el último cuadro que pintó mi padre.  Principio y fin. Todo es uno. Fue un regalo para mí. Ahora soy yo la que os lo regalo a vosotros, con motivo del inicio del nuevo año. Cuando el ánimo anda revuelto, mi mirada se pierde en él, en ese río tranquilo, casi quieto, en la sombra de los árboles, en el cielo azul, luminoso, en esas montañas  que reflejan la luz del atardacer, y mi alma se va calmando, se inunda de esa quietud y se refugia entre la arboleda.